Bizarreando en Praga, parte II: comidas copiosas y hostales que parecen bosques
Caminar por Praga cansa. Hay muchas subidas y bajadas, y el suelo empedrado no es lo más adecuado para unos pobres pies calzados con playeras de suela de goma. Por eso a la una de la tarde ya no podía Sigue leyendo →