Hoy España ha ganado la Eurocopa y todos estaban en casa o en los bares con familia y amigos viendo el partido. ¿Todos? No. Me he encontrado con algo muy curioso en mi viaje de vuelta a casa. He llegado en un autobús procedente de Cantabria a la estación de Avenida de América de Madrid a las nueve y cuarto de la noche, en pleno partido. Y lo que me he visto es que la ciudad ha estado tomada por mujeres durante el tiempo que duró el encuentro contra Italia.
Como llevaba la cámara conmigo, he aprovechado para tomar unas fotos del interior del Metro y de la terminal de autobuses; nunca había visto nada así: solo había mujeres y algún inmigrante a quien el fútbol le debía dar bastante igual. Tanto es así, que incluso en el vagón en el que iba he contado 15 féminas y tres caballeros incluyendo a los dos guardias de seguridad.
En Moncloa, lo mismo: todo desierto, y la poca gente que había era de sexo femenino. Parecía como si Madrid fuese una ciudad solo de mujeres. En fin, aquí dejo las cuatro fotos que he hecho: otra cara de la Eurocopa 🙂
Y ya. Me alegra ver a la gente contenta y ajena a sus problemas durante un rato, pero también me gustaría que en este maltratado país todos nos echáramos a la calle con la misma pasión para cambiar las cosas menos buenas que nos están pasando. Como me ha dicho un amigo argentino hoy, lo bien que le va a España en el fútbol es inversamente proporcional a lo bien que nos va en el resto de cosas. Y también he escuchado en la tele que otras generaciones ya no verán esto, lo de ganar dos campeonatos de Eurocopa y un Mundial seguido. Yo desearía que lo que no vieran nuestros descendientes fueran los problemas que arrastramos: el paro, la economía moribunda, la corrupción, etc, etc.
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