Hay dos elementos en mi vida que se repiten continuamente, entre otros muchos, claro: las rupturas sentimentales y los conjuntos de lencería. Y tras esta barbaridad que acabo de lanzar tan alegremente al ciberespacio, añado: como auténtica autoridad en la materia de separaciones, desengaños y desamores, creo que tengo que decir al mundo de las los recién abandonados un par de cosas.
Lo voy a decir precisamente ahora porque acaba de terminar el verano, que es cuando más rupturas se producen. No sé cuál es la razón, pero creo que en muchos casos tiene que ver con que durante las vacaciones pasas más tiempo con tu pareja y te das cuenta de lo que no te gusta de él/ella. Aunque el nuevo año empiece en enero, muchos tenemos marcado en nuestro reloj biológico el mes de septiembre como el inicio de un ciclo, y es entonces cuando te planteas lo que quieres y no quieres en tu vida. En otros casos, simplemente ocurre que las historias no acaban de cuajar. Este año ha sido especialmente bestia en cuanto a las parejas que se han deshecho en mi entorno más cercano. Personas muy queridas por mi están pasándolo mal, y yo, que soy experta en eso del sentir, me pongo triste, sobre todo porque tengo muy reciente mi último resbalón (demasiado).
El caso es que otras veces me he hundido hasta el fondo. Cogía la tarta de chocolate que tenía en la nevera -restos de un cumpleaños celebrado con tu ya ex pareja, o de una cena especial…- y me la comía con una ansiedad devastadora que sólo me provocaba echar la pota un rato después. Me quedaba en casa llorando día sí y día también, cambiaba todos los muebles de sitio y me cortaba el pelo para que todo fuera diferente y dejaba de cuidarme… Es decir: ¿para qué seguir depilándome unas piernas que nadie va a sentir debajo de las sábanas? ¿Para qué comprarme lencería bonita si nadie va a verla? Y, por supuesto, odiaba a muerte y hacía vudú con aquel que tanto daño me había hecho.
Starway to heaven. / (C) Lola Hierro
Pero luego cambié. ¿Y que me hizo cambiar? Fundamentalmente la experiencia, no se puede negar. Pero del clic definitivo tuvo la culpa la lencería. Porque estaba yo un día lamentándome por mi mala suerte y pasé por un escaparate de una tienda de ropa interior. Y allí estaban todos esos conjuntos preciosos que me obsesionan, con sus telas tan delicadas, sus puntillas, sus lazos y sus cursiladas, conjuntos que no había usado casi en los últimos tiempos.
Entonces me lo pensé dos veces y me dije: «¿Por qué no? ¡A por todas!». Dejé la tarjeta de crédito temblando. Supe entonces que había descubierto la piedra filosofal de la recuperación, que es algo que nos dicen mucho pero no damos valor: Quererse a uno mismo. Pero quererse de verdad. No sé por qué, pero las penas lo son menos cuando tú te tienes en buena estima. Ni que decir tiene cómo empecé a afrontar las rupturas desde ese momento.
La siguiente vez que me ocurrió, la consabida tarta de chocolate (cámbiese por cualquier plato preparado con cariño que reposa en la nevera y que se queda ahí abandonado) se fue por la ventana. Eso para empezar. Más vale a la basura que a mi cintura. Luego, no cambié nada de mi casa, ni siquiera las sábanas la primera noche, aunque tuvieran un olor de recuerdos amargos. Porque se trata de quitar importancia al asunto. Por otra parte, en vez de quedarme llorando en casa me puse a hacer deporte: liberas endorfinas, con lo cual te pones más contenta, y además te pones maciza. Y por supuesto, te depilas las piernas, te pones tu súper lencería y te vas a la calle tan estupenda, con el corazón roto pero sintiéndote una diosa por dentro y por fuera. Eso te da seguridad en ti misma, y entonces sonríes más aunque no lo hayas pensado. Y creas empatía con tu entorno. Y la gente te sonríe a ti. Y poco a poco te sientes mejor. Y además eres una diosa de pies a cabeza.
Ah, y para terminar, y salvo que tu ex haya sido un verdadero hijo de puta (entonces el vudú se admite), no odiar ni despotricar sobre él. Porque he descubierto que cuando en vez de quedarte rabiando y pataleando decides ponerte en la piel de la otra persona, puedes comprender mejor, y por tanto, asimilar mejor. Y es duro, es triste y requiere muchas horas de meditación, autoconocimiento y espíritu crítico. Pero si lo consigues una vez, lo tienes hecho para el resto.
Este texto es una auténtica paja mental sin pies ni cabeza y sin ninguna gracia en cuanto a estilo o contenido, pero tenía que soltarlo así, y aunque no soy nadie para dar consejos, sí que me gustaría mucho que estas cosas, que a mi me ha costado tantos meses y años aprender, sirvieran a los amigos y amigas que ahora lo están pasando mal. Algún caso me duele tanto que es como si me estuviera pasando a mí.
Sólo digo, para terminar, que hay que pensar como mi ídolo Bridget Jones, que decía: «Busco algo aún más extraordinario».
Thank You
lovely photos
Aaaaaah! Ahora te entiendo, juez Klaus. Ya sé por qué hablas de las otras relaciones relevantes que uno puede tener, esas personas que se ven afectadas en plan daño colateral. No he incluido este asunto en mi entrada porque mis pensamientos no se dirigían en esos momentos hacia ellos, sino a los principales afectados, que son los dejados y quienes -sin desmerecer a los otros- lo pasan peor que nadie. A esas "relaciones relevantes" les puedo dedicar un blog otro día, o incluso te animo a que tú escribas uno con tu punto de vista para que podamos debatirlo después.
NABIA… para bien o para mal si sé de que van las cosas y tu también lo debería saber si es que has leído atentamente el comentario, aunque por si no, te lo explico:Las rupturas son asexuales (o por decirlo mejor en vocabulario actual, no son de género) pero sí violentas aunque no haya tortas pòr medio. Las rupturas no solo afectan a las relaciones de pareja… afectan a todos los que por una u otras razones se relacionan contigo, por lo que de lo que comenté se debe concluir y, además lo digo expresamente, que yo pretendía extender esa mala experiencia, la de la ruptura a "otras", por no decir a todas las relaciones relevantes que pueda tener una persona… pero bueno, como dijo el sabio, no hay peor sordo que el que no quiere escuchar ni pero ciego que el que no quiere ver… así que como dijo áquel (éste no era sabio), tu mismo con tu mecanismo". 🙂
Bigotes, sé quién eres, jejejejMuchísimas gracias por tus palabras, en serio. No sabes cuánto ayudan. Te mando otro beso naranja, cuídate mucho 🙂
hola Nabia,me ha encantado tu escrito. Apenas nos conocemos, tuvimos la suerte de compartir un viaje naranja.Yo tengo la teoria que cuando uno escribe con sentimiento, las letras llegan al corazon del lector y muchas veces las frases quedan largo tiempo en la mente. A mi me quedara en la mente tu frase "te depilas las piernas, te pones tu súper lencería y te vas a la calle tan estupenda, con el corazón roto pero sintiéndote una diosa" me encanta, es mas, ahora me imagino encontrarte por la calle cualquier dia viendote radiante y poderosa y adivinando tu lenceria….He seguido algunas de tus andaduras por el Facebook y aunque a ti te parezca que a veces tu situacion no pueda ser plenamente satisfactoria, desde mi punto de vista creo que estas viviendo experiencias muy enriquecedoras.Un fuerte beso de color naranjaEl bigotes
McSweet: Thank you so much for your words, thank you for seeing my photography in a such a beautiful way. I really expect to teach you some tricks about photography when you come back to Spain, anyway I think we can learn one from each other ;)Pablo: Ahí, ahí!!! Muchas gracias cosilla, siempre estás!Alejandra: Gracias guapa, si te sirve, pues mira, ya es algo. Cuídateme!Kanunblog: Gracias Alberto, ya sé cuánto te gusta que me salga de lo políticamente correcto y escriba con la patata y no con la cabeza. Tienes razón, algunos nunca lo estarán, soy afortunada. Anónimo: Podrías dejar el nombre al menos. Imagino que eres uno de mis hermanos, y creo saber cuál. Hay consejos que en casa no valen. En cualquier caso, no es para debatirlo en un blog público.KLAUS: El texto se puede aplicar a dejados y dejadores. Como dejadora eventual, sé que es muy complicado sostener ese papel. Primero porqeu también duele (salvo que seas un maldito hijo de perra sin sentimientos, que tambié los hay). Segundo porque a los ojos de la humanidad serás el malo de la película. Y tercero porque muchas veces no sabes si tomas la decisión correcta. Esta reflexión que he hecho en mi blog vale para hombres y mujeres, y donde dice bragas, puedes poner gayumbos o terapias en un Spa urbano si eres millonario. Se trata de sentirse mejor y de tirar p'alante con lo que sea. Si crees que esta entrada es una frivolidad, es que no has comprendido el mensaje de fondo. Te lo explico: no va de bragas y chocolate, va de superación. Un beso, pater, y gracias por tu aportación. 😉
Mira tu la anónima… se diría que es tu mamá o tu hermanita o tu hermanito o tu tiita esa, la dueña de los primeros "Agathas" que descubriste, quien te remite a casa… pero donde te dejas las roturas de los demás, quiero decir ¿se te ha ocurrido pensar por un momento que la otra u otras mitades de tus rupturas quizá no se pueden consolar ni con chocolatitos ni con braguitas?. Y sin embargo toca poner cara de "poker" y hacer como si nunca hubiera pasado nada… cuando es evidente que si pasan cosas y que esas cosas que pasan ya no es que duelan, que duelen, sino que, lo que es peor, cansan… porque créeme, yo me empezaría a preocupar cuando el cansancio empieza a desplazar al dolor. Dale una pensada reina, para que tu entradita no se quede en una frivolidad…
que bonito loli , espero que te apliques esos consejos tuyos tan resabidos cuando vengas a casa 🙂
Vaya, que bonito, que intimo y que tuyo. Hablar desde el corazón hacia una audiencia extraña (o no tan extraña) es un ejercicio de inteligencia, valentia y salud mental, al menos desde mi punto de vista. Ole tus ovarios toreros… No te arrepientas ni de pajas mentales ni de nada de eso, al menos tu puedes decir que estás viva. Otros jamás lo estarán.
Impresionante Lola, cada frase que leía, asentía con la cabeza. Qué razón tienes…
Muy constructivo nabia! ahi ahi ahi!!! :)besuco muy fuerte
It's comforting to know that many women go through this process. Ive yet to learn from my mistakes and experiences like you have. Thank you for these words 🙂 By the way your photography is breathtaking. I would loved for you to have taught me your skills…Im still an amateur 😀 <3 Karla ( aka Karlita Goofita)