La vuelta al mundo con un gallo

«La acción humanitaria comienza por uno mismo». Es el axioma de Alex Fraile, un cooperante madrileño que un día decidió dejar el curro e irse a viajar. Sin destino final, sin billete de vuelta. Pero con un compañero muy original: un gallo. ¿Uno de verdad? Vaya, no. No es tan exótica la historia. Era el gallo que va bordado en sus playeras de la marca Le Coq Sportif, a la que este viajero es fiel desde su infancia.

Alex aparcó su trabajo en la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) y  viajó desde el 20 de febrero de 2012 hasta el 2 de marzo de 2013 por África, Asia, Oceania y América. Luego, volvió a España. Y escribió un libro narrando su aventura que presentó este jueves en la librería Altaïr. Él dice que le cuesta hablar en público y que su relato es «lamentable», pero en las dos cosas mentía porque el público compró todos los ejemplares de los que disponía la tienda y porque nos reímos un montón con sus historias y ocurrencias.

Comenzó Alex su presentación contando que eligió Etiopía para iniciar su periplo porque tenía una amiga allí a la que quería visitar. No se movió por el resto de África, pues ya tenía el continente bien pateado debido a su trabajo. De Etiopía saltó a Asia, y visitó países como Indonesia, Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia o Malasia. Allí vive su hermano, y con él se marchó a conocer China y el Tíbet, un lugar que me da que siente especial por la emoción con la que narraba esa parte del viaje. Cuando creyó que el sureste asiático ya estaba más que visitado, continuó hacia Australia, Nueva Zelanda y América del Sur, donde pasó por Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Uruguay y Colombia, desde donde regresó a España.

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Alex y su gallo en el salar de Uyuni, Bolivia. / A. Fraile

 

Toda esta aventura la cuenta Alex en su libro, el cual nació a partir del blog que elaboró durante los trece meses que estuvo por el mundo. En la bitácora, además, este viajero cultivó otra de sus grandes pasiones (además de viajar, como ya uno imagina, y del club de baloncesto Estudiantes): la música. En cada entrada, enlazaba una canción que pegaba con el estado de ánimo que en ese momento tuviera. Y así, día a día, post a post, acabó por crearse una lista de reproducción súper interesante. El gallo, por supuesto, estuvo presente en todas las peripecias de este mochilero, y así nos lo demostró en la presentación con una serie de fotos que proyectó donde sus famosas zapatillas salen inmortalizadas en los lugares más remotos de la tierra.

Como toda la gente que ya ha dado la vuelta al mundo y que he tenido el gusto de conocer, Alex está entusiasmado y ahora tiene en mente seguir viajando y haciendo proyectos relacionados con el asunto. Su libro fue un éxito de ventas en la última edición de la feria del libro de Madrid y todo el que lo ha leído ha quedado muy contento. Yo lo haré en los próximos días.

Para terminar, me apunto a la tradición de Alex y hoy dejo aquí una musiquita que suena fenomenal. Es la que él eligió para sonorizar la proyección de fotos de su viaje. Es Lucky day, de Smile 

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