Agatha Christie y mi abuela

El día 15 se cumplió el 120 aniversario del nacimiento de Agatha Christie. Yo no tenía ni idea, me lo recordó el doodle que diseñó Google para la ocasión. Pensaba que sería por el juego del Cluedo, pero no, era más interesante, jeje.

El caso es que me hizo pensar en aquellos tiempos en los que pasé horas, días, semanas y meses enteros seguidos devorando toda su obra. Comencé con diez años, creo, porque encontré algunas novelas de bolsillo ya muy viejas en la casa de veraneo de mi abuelo paterno. Eran de mi tía, y me las leí todas, poco a poco.

Seguí en Madrid. Primero las cogía de la biblioteca, pero un buen día mi abuela materna me vio y me descubrió un auténtico alijo, ya que ella tenía casi toda la colección. Recuerdo esos libros amarillentos, con ese olor tan característico… recuerdo leer hasta que me dolía la cabeza, y recuerdo que me refugiaba en un oso de peluche con forma de sofá que estaba en un rinconcillo, junto al balcón de mi cuarto. Me rodeaba con la cortina para que no se me viera y me tiraba tardes y tardes ahí leyendo. Y por eso no tuve una primera adolescencia de recreativos y botellón sino que la mía fue de soledad y libros. Pero a mi me encantaba y no necesitaba nada ni a nadie más.

Poco a poco, pasaron por mis manos todas las aventuras de sus más de 80 novelas y me encariñé con personajes como Hercules Poirot y su «Watson», el Capitán Hastings, Miss Marple, Parker Pyne o el matrimonio de sabuesos, Tommy y Tupence Beresford. Y vaya si me hicieron pensar y romperme el coco intentando adivinar quién era el asesino antes de finalizar el libro.

Pero, sobre todo, Agatha Christie me recuerda a mi abuela, que es quien me enseñó a leer, quien me hizo interesarme por los libros, por la Historia, la Literatura, por el Periodismo… Me desasnó, por decirlo de algún modo, y me dio momentos inolvidables. Yo creo que ambas éramos las fans más acérrimas de la escritora.

La casualidad quiso que mi abuela muriese casi en el mismo momento en que acabé de leer todas las novelas policiacas. Yo tenía 16 años, y no he vuelto a tocar uno de esos libros descoloridos y manoseados de la Editorial El Molino y de RBA que, por supuesto, heredé. Creo que quizá ahora es momento de recuperarlos. 🙂

Por cierto, he encontrado un blog buenísimo sobre la vida, obra y milagros de esta autora donde, entre otra mucha información, se facilita un listado con sus 81 novelas y una breve sinopsis de cada una. Lo recomiendo si alguien quiere conocer o reencontrarse con ellas.

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