Pues aquí estoy, una vez más. Es el tercer blog que empiezo, y no sé lo que durará. Nace con el nuevo año y con la nueva década. Los otros dos no llegaron a buen puerto. El primero no contaba nada y el segundo era un alegato suicida que he preferido borrar para no recordar nunca más.
Hoy estoy de vuelta en mi casa, en mi ciudad, y he recordado lo que estuve haciendo hace justo 365 días. Mi vida era muy diferente a la de ahora. Tenía otra pareja, otra casa, otro trabajo, otra familia, otra existencia. Yo creía que era feliz. Luego todo cambió. Ahora no sé si lo soy pero sé que estoy busca de la tranquilidad y de la alegría. Estoy en pos de conseguir de la vida aquello que quiero que me dé.
Hoy comienza una década y me doy cuenta de que, cuando volvamos a celebrar el inicio de una, ya tendré 36 años. Es, por tanto, muy posible, que en esta sea cuando me pasen las cosas más importantes de mi vida, cuando más crezca, más aprenda, y sobre todo, cuando más desaprenda. A este año, y a esta década, sólo le pido ser capaz de encontrar mi equilibrio, mi paz interior, y hacer las paces conmigo misma.
He dejado atrás muchas cosas, y algunas personas importantes también. Son cicatrices. Aún duelen, pero los nuevos horizontes que diviso cada día me dan energías y optimismo.
Mi propósito para 2010 será, pues, abandonar el escepticismo.
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Me guta! mu profundo 🙂