Nunca escribí de Níger hasta hoy. Primero por respeto al medio en el que trabajo y que me envió allá, pues era de justicia que todas las historias que me traje en la mochila fuese a parar a sus páginas antes que a cualquier otro sitio. Y segundo, porque se necesita tiempo para digerir un viaje como éste. Ya cumplí la primera condición: entre octubre y diciembre publiqué todos los reportajes previstos. La segunda no sé si está como para tachar. Yo aún pienso muchos en aquellos días y me sigo revolviendo. Aunque pienso que quizá cuando más te agita una experiencia es cuando, precisamente, debes escribir sobre ella. Quizá es entonces cuando podemos decir que lo escribimos desde las tripas.
¿QUIERES LEER EL RESTO DE ESTE RELATO?
Lo puedes encontrar completo en mi primer libro: El tiempo detenido y otras historias de África, con la editorial Kailas.
A partir del 16 de mayo de 2018 estará a la venta en librerías tradicionales y online.
Creo que en una ocasión te lo dije: la gracia, lo valioso de este sitio es que es algo más personal. Un desahogo para ti y una pequeña grieta para ver lo que no sale en las fotos para los que te leemos. Por eso siempre vuelvo.
Gracias por tu mirada.
Y a ti gracias por volver. Qué razón tienes…
¿saltamontes o langostas?
saltamontes parecen y saltamontes me decían allá, aunque no soy experta!
Fantastico reportaje Lola da mucho que pensar I Love
gracias Montse, me alegra que te haya gustado mi reflexión. un abrazo
Excelente nota….me hace sentir culpable a mi tambien …..por el mundo que creamos…..como puede ser.
Gracias por compartir
Cristina
gracias por pasarte y preocuparte, te mando un abrazo 🙂