Vuelta a empezar

Ha pasado mucho tiempo, un tiempo que ha sido triste, sombrío, y del que no hablaré nunca. Ya está pasando y desde hace poco más de un mes siento que vuelvo a tener ganas de vivir, que en mi interior bulle una energía y un entusiasmo que hacía años que no sentía. Estoy segura: es mi momento, quiero y tengo que moverme, y lo voy a hacer, no sé cómo, pero lo voy a hacer. Desde hoy, este será el blog de la chica que quiere moverse pero todavía no sabe cómo.

El otro día, desde la biblioteca de las Escuelas Pías en Lavapiés, a dónde llegué por carambolas del destino, miraba a través de la ventana, veía la magnífica tarde, con el sol cayendo, con los vecinos del barrio corriendo de un lado para otro, con los turistas paseándose y con los amigos quedando en la boca del metro, y me sentí feliz, sentí que me gusta el mundo y estoy en paz con él.

Hay dos hechos muy importantes que me han ayudado a llegar hasta este punto, que han cambiado mi forma de mirar. Han sido dos viajes, uno a Bosnia y otro a Canarias. De los dos hablaré con detalle en las siguientes entradas, hoy diré que el primero me ayudó a conocerme más a mi misma, a meditar, a dejar caer la tristeza, dejarla pasar de largo y no retenerla. Y en ese viaje nació el gusanillo de querer vivir de una manera distinta a la que he conocido.

El segundo, más que el viaje, ha sido la gente que me he encontrado. Mi segunda experiencia ha sido un encuentro afortunado con unas personas que buscan el cambio, vivir cosas nuevas… he conocido individuos con una visión de la vida que me ha cautivado, y ahora sí que ha servido de detonante para que yo quiera soltar del todo las cadenas de los últimos años.

Aitor

Aitor, un amigo canario, dando saltos mortales por la playa en Tenerife.

 

Y veo que todo es cuestión de karma. Hace muchos años, cuando era feliz y despreocupada, me decían que lo que me pasaba a mi no le pasaba a nadie. Luego esa circunstancia dejó de darse, y me tranquilicé, y pensaba que era una etapa pasada. Pero ahora vuelve a ocurrir, siento que nada es imposible, vuelvo a vivir situaciones descabelladas pero esta vez estoy segura de que no es una etapa sino una forma de vida, MI forma de vida.

Una señora me dijo una vez que mi proceso de sanación comenzaba por reprogramarme la cabeza y desechar todo lo que me han inculcado —familia, sociedad, escuela…— y quedarme con lo que realmente me vale a mi, lo que me hace feliz. Creo que ese formateo está a punto de finalizar.

En los próximos días escribiré sobre estas nuevas experiencias que he vivido, quiero dejarlas inmortalizadas en algún sitio para que no se me olviden nunca.

Una respuesta a «Vuelta a empezar»

  1. Pablo M. B.

    "Pero ahora vuelve a ocurrir, siento que nada es imposible, vuelvo a vivir situaciones descabelladas pero esta vez estoy segura de que no es una etapa sino una forma de vida, MI forma de vida"… toma tomate! 🙂

    Responder

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