He tenido tanto trabajo en el último mes y medio que ni me he dado cuenta de que la fecha ya estaba ante mis narices: hace un suspiro quedaban muchas semanas y, de repente, hoy es el día D, vuelvo a emprender una aventura viajera.
Esta vez me voy a Marruecos pero no viajo sola, sino con mi pareja, Tirso. Nos vamos diez días a hacer una ruta que, de momento, no está nada planificada. Solo sabemos que tenemos hoy un vuelo Madrid-Tanger y que el 7 de mayo nos volvemos desde Marrakech. Todo lo que pase en los días intermedios es todavía una absoluta incógnita para nosotros.
Nos hemos informado, eso sí, llevamos un mes empollando la Lonely Planet y sabemos que hay sitios que no queremos perdernos: ciudades imperiales como Fez, Marrakech o Meknes, la ruta de las mil kasbas o, por supuesto, el desierto. Nunca he visto un desierto, ni siquiera el de Almería, y espero que sea cumpla mis expectativas.
Hoy hemos decidido movernos a Chefchaouen, un pueblito azul situado en las montañas del Rif, a unas 3 horas de la costa. No llevo ordenador, no llevo móvil, no llevo nada para que se me pueda localizar, y no creo que use mucho internet, así que la próxima vez que escriba será, por supuesto, para contar alguna aventurilla vivida por ahí, pero cuando ya esté de regreso en España.
¡Nos vamos!
La Lonely Planet no podía faltar. / © Lola Hierro.
Muchas gracias por compartir este articulo tan informativo sobre Marruecos