Kasbas centenarias, rutas polvorientas y un árabe buenorro

Nos adentramos en la que llaman ruta de las mil kasbas, y por 60 DH o seis euros por cabeza nos hemos plantado en Ourzazate, una ciudad que está a mitado de camino entre el desierto que hace ya dos días que dejamos atrás y Marrakech, final de nuestro periplo. Por el camino hemos parado un ratillo en Skoura, un pueblillo que está en un palmeral a unos 40 kilómetros antes de llegar a Ouarzazate y su kasba Amridil, que pertenece al siglo XVIII y es la que sale en los billetes de 50 DH antiguos. Y menos mal que hemos parado a estirar las piernas porque este trozo de trayecto ha sido un infierno. El grand taxi no es tan “grand” y estamos viajando muy apretados, yo tengo la espalda machacada de ir retorcida en el asiento de delante, o más bien en el hueco entre el conductor y Tirso. Si no llevo cuidado me acaban metiendo el palito del cambio de marchas por dicha sea la parte.

Durante el camino no hemos perdido de vista el paisaje marciano. Atravesamos sin cesar páramos donde solo hay pedregales hasta donde nos alcanza la vista y la cadena montañosa del Alto Atlas al fondo. Y de vez en cuando una casa. Yo no podría vivir aquí ni borracha.  Todo es tierra y polvo, que además se te pega a la ropa, a la piel y a todo.

Paisaje marciano.

De vez en cuando, una construcción.

Por suerte, he conseguido dormir un poco y ya no me he despertado hasta llegar al pueblo anterior a Skoura, que se llama Kelaat M’Gouna y es famoso por sus rosas, con la que la población local fabrica todo tipo de aceites, perfumes y potingues. De hecho, nos hemos cruzado con varios niños que, a pie de carretera, ofrecen a los conductores guirnaldas de pétalos para dar buen olor al coche. Nuestro chofer ha comprado uno por 3 o 4 DH, y desde entonces llevamos muy buen olor dentro.

Chavales ofreciendo guirnaldas al pie de la carretera.

Los niños que venden guirnaldas de pétalos de rosa.

Amridil nos ha gustado, yo creo que es porque se trata de la primera kasba bien restaurada que vemos. Es muy primorosa pero muy hermética: si no conoces su historia y no contratas un guía, no te enteras de nada. En su interior alberga un pequeños museo con objetos de labranza y de uso cotidiano de tiempos pasados que son muy curiosos. También hay un espacio de la construcción que se ha reconvertido en un hotel con muy buena pinta llamado Espace Amridil.

No nos quedamos porque estábamos solo de paso pero el encargado, cuyo nombre no recuerdo, fue muy simpático con nosotros, y además es un chico guapísimo, el más guapo que he visto en todo lo que llevo de viaje (aunque eso tampoco era muy difícil). Las holandesas, María y yo no podíamos despegar los ojos de él, con el consiguiente cabreo de los hombretones de la expedición. Mujeres viajeras, si tenéis pensado pasar por esta kasba, no dejéis de buscar al encargado del hotel.

Niños de la kasba pidiéndome cosas y yo rebuscando inutilmente en la mochila.

Este chico nos contó que durante unos meses alojó en el hotel al equipo del programa Expedición Imposible, el que presentó Raquel Sánchez Silva, y que todas las pruebas de supervivencia se realizaron en los alrededores de Skoura. No me extraña, pues el sitio es precioso pero completamente inhóspito. Ella misma dijo en una entrevista hace poco que este rodaje fue “el más duro” que ha hecho en su vida, mucho más que Pekín Exprés o Supervivientes.

Amridil, de cerca.

Y la kasba desde arriba.

Tras este alto en el camino, hemos llegado a Ouarzazate a las siete de la tarde sin comer y agotados por el trekking de por la mañana y el palizón en coche posterior. Hemos ido derechos al hotel Royal, que es el más barato que recomienda la Lonely Planet y que es perfecto: está en un edificio con un patio interior muy grande, galerías, y tiene baños compartidos pero limpios, igual que las habitaciones.

Más planeta rojo de camino a Ouarzazate.

Tras comer algo, hemos descubierto que hay un mercadillo nocturno de artesanía muy animado, y allí nos hemos dirigido, con muchas ganas de regatear. Tras un par de horas usando la diplomacia a nivel experto, he salido con un anillo muy chulo que me han bajado de 100 DH a solo 13 DH. Decía el tendero que era de plata y hecho artesanalmente, pero ni lo uno ni lo otro es cierto.

¡Bienvenido a Ouarzazate!

Atardecer en el mercadillo.

Esta niña me saca la lengua, creo.

También me he adjudicado unos pendientes supuestamente bereberes (recordemos: aquí todo es bereber, recién traído de los confines del desierto) que me ha venido un crío de no más de 14 años, Omar, muy espabilado pero no tanto como yo. Me pedía 80 DH y al final me los ha dejado en 10 DH  y un monederillo de tela con un elefante pintado que compré en Tailandia. Me costó céntimos y tengo cinco o seis más en casa, así que no ha sido una gran pérdida. Además, él lo quería para regalárselo a su hermana mayor, así que he hecho una buena acción y todo.

Lámparas moras para turistas y locales.

Comprando frutas secas.

Y caramelos para los niños.

Hemos puesto el broche al día cenando en un café pijo llamado Noujoum donde nos hemos zampado unas tortillas y, por supuesto, más té a la menta.

Pincha aquí para ver más fotos.

GASTOS

Grand Taxi Tinerhir – Ouarzazate con parada en la kasba Amridil de Skoura: 360 DH / 6 personas = 60 DH

Habitación doble en Hotel Royal: 90 DH / 2 personas = 45 DH

Entrada kasba Amridil: 10 DH

Cena en Cafe Noujoum: 2 tortillas + té para 4 personas: 55 DH / 4 = 113,75 DH

Anillo del mercadillo: 13 DH

Pendientes: 10 DH

*El cambio es de 1 EURO = 11 DH

**Todos los precios que pongo son por persona, si es algo conjunto lo indico y lo divido para que salga el total de lo que yo pagué.

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