Garganta de Todra: Caminata épica hacia un cañón

Hemos amanecido muy temprano y nos hemos pegado la mejor ducha EVER desde que empezamos el viaje. Para desayunar hemos pasado del camping porque era muy caro y también del bar vasco-árabe por habernos timado el día anterior. Como queríamos subir a la garganta de Todra a pie, hemos decidido buscar algo por el camino. A los cinco minutos de caminata por la carretera que lleva al desfiladero hemos encontrado una tiendecita muy humilde donde se venden galletas y alguna cosa más. Hemos preguntado al dueño si tenía pan y nos ha dicho que sí, e incluso té recién hecho. No sé a dónde se ha ido a buscarlo, pero el asunto es que el buen hombre se ha liado la manta a la cabeza y nos ha preparado un verdadero salón de té con unas colchonetas y una mesa baja en su «terraza», un espacio anexo aún en obras y al que se accede cruzando un tablón puesto sobre un agujero enorme que da mucho miedo.

Mejor desayuno del viaje.

El señor no ha puesto un desayuno de reyes por 80 DH en total, incluyendo dos hogazas de pan recién hecho que olían y sabían increíbles, con un regustillo a ahumado que era una pasada, una tetera grande para los cuatro, dos cajas de quesitos y un brick de leche. Hemos desayunado mejor que en cualquier cafetería, y encima hemos hecho dos amigos nuevos: él y su hijo de 4 años.

El mejor tendero de Tinerhir y su hijito.

¡Es un niño muy tímido!

El señor nos ha guiado después hacia un camino para llegar a la garganta cruzando el oasis, que es más bonito que ir por la carretera. «Siempre a la izquierda del río», nos ha dicho, y allá que nos hemos adentrado los cuatro. Hemos hecho una caminata de más de una hora en la que nos hemos perdido varias veces, pero siempre hemos vuelto al buen camino gracias a las indicaciones de los labriegos que nos hemos ido encontrando. Hemos visto mucha gente en el oasis: mujeres lavando la ropa, pastores tirando de sus burritos, niños que piden dinero en vez de irse al cole, agricultores en plena faena…

¡Hemos pasado muchos apuros durante la excursión!

Una sufrida mujer frotando. Benditas lavadoras…

Ha sido un recorrido muy entretenido, muy en plan Elige tu propia aventura. El último tramo lo hemos completado con la ayuda de un señor con hazadón que nos ha llevado a través de más campos y hasta de una kasbah hecha una pena, que según nos ha dicho es hogar de unas cuantas familias, entre ellas la suya. Nos hemos despedido de él con una buena propina y unas fotos todos juntos, y el tío ha aprovechado para agarrarnos de las carnes a María y a mí. ¡Menudo pájaro!

Nuestro amigo, el hortelano con las manos largas.

Más mujeres lavando la ropa.

Hemos llegado a la garganta agotados, así que hemos decidido abortar nuestro plan de hacer el trekking de tres horas que nos habían recomendado. Teníamos que haber ido en taxi hasta allí y luego ponernos a andar, y teníamos que haber ido más temprano, pero ya sabe el ritmo que llevamos los españoles… Lo saben bien Joshia y Lisa, las holandesas. Habíamos quedado con ellas en el camping a eso de la una y media para irnos en un Grand Taxi a nuestro siguiente destino, y hemos llegado una hora tarde entre pitos y flautas. Sus caras eran un poema… y con razón.

Llegamos a la Garganta de Todra.

Esto se ve cuando atraviesas la Garganta y te subes a un risco. Más allá, montañas hasta el infinito.

Nacho, en su trono.

En la Garganta nos hemos vuelto a sorprender con el paisaje que encontramos a nuestro alrededor, es como estar en el Cañón de Colorado. Es alucinante ver cómo el agua y el viento han esculpido esas formaciones rocosas a lo largo de los siglos. Rompe un poco el encanto la cantidad de turismo que asoma por aquí. Hay muchos hotelitos monísimos que deben costar lo suyo, muchos autobuses de turistas aparcados a ambos lados del camino y un pila de puestecitos precarios donde venden de todo. Abundan los pañuelos presuntamente beréberes, las baratijas, fósiles «auténticos» como trilobites y piedras que están partidas en dos y tienen dentro amatistas. Nos hemos fijado en un par de cosas y nos han pedido dirhams a cambio, pero también alcohol (cerveza o whisky) y hasta pastillas contra el dolor de cabeza. Eso sí, todo es bereber. Vayas donde vayas, preguntes lo que preguntes, todo es «artesanía beréber». Eso y «bienvenidos» son las dos cosas que más escuchas en Marruecos. Y «solo mirar» la tercera.

Paisajes de Todra.

Souvenirs de Todra.

Nacho y María: la pareja regateadora.

También hemos encontrado unas cuantas señoras por el río con sus pequeños cargados a la espalda. Son nómadas de la montaña que bajan con los burros y ya de paso intentan pillar algo de los turistas. Le he dado a una mujer una de mis pulseras a cambio de una foto, y la tía me ha pedido que le regalara mi reloj también. No sabe nada…

La paisana nómada que pretendía mi reloj.

Con tanto turistear por ahí se nos ha hecho bien tarde, y eso que solo hemos estado una media hora haciendo fotos de los alrededores. Habíamos quedado a la 1 de la tarde, y a las 2 seguíamos de compadreo con los comerciantes de la zona. Hemos intentado coger un taxi pero nos querían cobrar demasiado, así que pese al calor insufrible y al cansancio, nos hemos bajado caminando. Al cabo de media hora de marcha ha aparecido por la carretera el mismo taxista que nos quería timar, esta vez con dos pasajeros, y ha aceptado llevarnos por el precio que nosotros le habíamos ofrecido.

Cuando hemos llegado al hostal, las pobres holandesas estaban ya almorzadas y todo, con cara de resignación. Nos han recordado, medio en broma y medio en serio, que los españoles tenemos la fama de tranquilos por algo. Así que sin comer ni nada nos hemos subido los seis a un grand taxi con un conductor que solamente habla árabe. A ver si no nos la lía.

Pincha aquí para ver más fotos.

GASTOS

Súper desayuno en la tienda del señor simpático: 50 DH para cuatro personas por:

Té para cuatro personas: 8 DH

Caja de quesitos de La Vaca que ríe: 11 DH

Torta de pan grandísima: 2 DH

Paquete de galletas de chocolate: 12 DH

Brick de 1/2 litro de leche: 2 DH

Habitación para 4 personas en camping Atlas: 200 DH/4 = 50 DH

*El cambio es de 1 EURO = 11 DH

**Todos los precios que pongo son por persona, si es algo conjunto lo indico y lo divido para que salga el total de lo que yo pagué.

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