Filming in Albania: Vuelta a casa. Faleminderit, Shqiperia

Ya no escribo más desde el Planet Bar, mi garito fashion de Tirana donde me tomaba zumos y agua sin gas para poder usar el wifi. Ni desde la primera planta del Tirana International, ni desde el sencillo y acogedor piso de José en pleno Blloku.

Ahora escribo en el tren que me lleva de vuelta a mi tierruca, Cantabria, a la que tanto he echado de menos en las últimas semanas. Vuelvo a casa después de poner el punto y seguido a un rodaje que nos ha costado 20 días, un par de kilos, algo más de dinero y un pedazo nada despreciable de nuestro corazón. Ese trocito se queda en Tirana, con nuestros amigos albaneses, a los que ya estoy echando de menos.

Sorry babe, I know you don’t like being in the blog. / (C) Lola Hierro

Recuerdo a José o “el jesuita”, a quien le auguro un brillante futuro currando en Suiza, Chequia o donde le manden en septiembre; a Erna, la dulce y vital Erna, y su sonrisa traviesa, a Fatos y sus incansables esfuerzos para que nos entendiéramos en albanés…

Recuerdo la mirada limpia y la sonrisa franca de Berti, que pasó de personaje secundario del documental a convertirse en uno de mis mejores amigos allí a la par que una inagotable fuente de colaboración; a Karmela, tan guapísima siempre, con esa sonrisa de oreja a oreja; a Fatmir y su hijo Florence, siempre hospitalarios, siempre deseando ayudar… Cómo olvidarme del defensor del pueblo, Skender Halluci, con esa mirada enigmática de actor del Hollywood de los años 40; o del mediador bueno, Gjim Marcu, o de nuestra doctora Anika, que me salvó la vida cuando me atacaron los mosquitos…Y por supuesto, mis queridas Rabje y Belén, que se han quedado en esa humilde casita sin más futuro que sentarse a ver cómo pasa la vida.

Alberto le regaló a José una radio iliria en agradecimiento por su amistad y hospitalidad. / (C) Lola Hierro

Ayer fue un día de esos que no parecen días. Lo pasamos entero viajando; desde las ocho de la mañana, hora a la que llegamos al aeropuerto internacional Nene Tereza de Tirana, hasta las doce de la noche, que es cuando pusimos el pie en Madrid-Barajas. Y por en medio, un montón de horas de avión, de no hacer nada en la escala en Milan-Bergamo,, montañas de aburrimiento, de recuerdos, de nostalgia, de decir cosas absurdas y hacer el tonto para pasar el rato…  Alberto reflejaba en su Facebook nuestro sentir de forma muy sabia. Decía: “Cambio centro comercial deshumanizado en Milán por descampado lleno de amigos albaneses”.

El jefe, asustado perdío por tener a la chiquilla en brazos. / (C) Lola Hierro

El día anterior, sin embargo, fue como toda nuestra estancia en Albania: frenética. Empezando por esa reunión que al final no fue tal cosa para intentar acercarnos a esa familia esquiva que no nos quiere hablar de su vida, y terminando por una cena hispano albanesa para despedirnos de nuestros amigos.  Entre una cosa y otra tuvimos tiempo para comprar flores y bombones y llevárselos a Rabje, quien se quedó muy sorprendida, la pobre Yo creo que es la primera vez que le regalan algo así. Antes de irnos, Melita se empeñó en que Alberto cogiera en brazos a Belén, y al pobre casi le da algo del susto, jeje. Pero las fotos que le hice han quedado monísimas, no se nota que se estaba cagando en los pantalones.

Comidas Alberto. Lo mejor de Albania… / (C) Lola Hierro

La cena de despedida intentó ser alegre pero yo estaba un poco triste, la verdad. Queríamos haber hecho comida española y sangría, pero nos faltaban ingredientes y tiempo, así que al final se hizo con alimentos albaneses: ferguesa (una especie de salsa con pimientos, tomates y especias), çofte (salchichas de varios tipos de carne picada muy especiada) con yogur, emparedados de pepino y… lo mejor de todo: kalimotxo con fruta. Sí… Es que no venden gaseosa por esas tierras para hacer la sangría, así que mezclamos vino, coca cola, melocotones, manzanas, naranjas… y azúcar. No quedó nada, oiga….Nuestros amigos se pusieron hasta las orejas, pero la verdad es que tampoco fue una fiesta salvaje. El fantasma de la despedida estaba muy presente, y eso se notaba en los ánimos.

Tengo muchas ganas de llegar a Santander pero no puedo evitar la pena al recordar todo lo vivido este último mes. La gente, las calles de Tirana, sus edificios pintarrajeados, la manera absurda de conducir, los Mercedes por todas partes, los puestos callejeros, el calor, el hablar albanés, los bosques de Miredita y Kruja… Es una mezcla de tristeza por lo que dejas pero de alegría por lo que has conocido, vivido, desaprendido y experimentado, por todo el bagaje emocional que te llevas contigo. Así deberían acabar todos los viajes.

Continuará…

Ahora nos queda lo más difícil: conseguir volver. Porque, amigos míos, el documental no está terminado ni por asomo. Nos hemos traído material para elaborar un trailer y un buen dossier de prensa, ambos muy necesarios para intentar dar con algo de financiación. Si la conseguimos, cosa harto complicada pero no imposible, volveremos a plantar nuestros culos en ese país balcánico a principios de noviembre. Será otro intenso mes de rodaje donde trataremos de filmar las escenas finales. Pero, como digo, todo depende del parné.

Ahora, de momento, nos toca procesar todo el material que nos hemos traído, ver qué falta y qué sobra, pensar en la mejor manera de utilizarlo, hacer promoción, ser pesados, llamar a muchos sitios para que nos digan que no nos quieren ni ver… ¡lo vamos a pasar fenomenal estos dos meses!
Pero si tenemos suerte, dentro de poco se nos volverá a ver a Alberto, la Red One y servidora recorriendo las calles de Tirana a la voz de “¡Acción!”.  Como siempre he dicho en este blog… Seguiremos informando ☺

Textos sobre el primer viaje a Albania:

  1. Filming in Albania: Un cumpleaños balcánico
  2. Filming in Albania: La difícil tarea de establecerse
  3. Filming in Albania: ¡Habemus bebé!
  4. Filming in Albania: ya estamos de entrevistas
  5. Filming in Albania: Muchas emociones
  6. Filming in Albania: Entrevista con un ¿asesino?
  7. Filming in Albania: Aprenda albanés en cuatro días
  8. Filming in Albania: Persiguiendo la noticia
  9. Filming in Albania: Live fast, die hard…
  10. Filming in Albania: Tengo un dèja vu
  11. Filming in Albania: Vuelta a casa. Faleminderit, Shqiperia

 Más relatos sobre el segundo viaje a Albania:

  1. ¿Volverá ‘Filming in Albania’?
  2. Filming in Albania: Del barco a la cama
  3. Se acabó lo que se daba
  4. San Valentín a la albanesa
  5. Albanian sagas: De mercadeo
  6. Las madres de Tirana

Textos sobre mi tercer viaje a Albania:

  1. He soñado a la muerte, y ha venido
  2. Albania, cuánto me dueles

BONUS: Las fotografías del viaje

9 respuestas a «Filming in Albania: Vuelta a casa. Faleminderit, Shqiperia»

  1. Pingback: San Valentín a la albanesa | Reportera nómada

  2. Pingback: Filming in Albania: Tengo un dèja vu | Reportera nómada

  3. Pingback: Filming in Albania: Persiguiendo la noticia | Reportera nómada

  4. Pingback: Filming in Albania: ya estamos de entrevistas | Reportera nómada

  5. Pingback: Filming in Albania: ¡Habemus bebé! | Reportera nómada

  6. Pingback: Filming in Albania: La difícil tarea de establecerse | Reportera nómada

  7. Carlos

    Se nota la vena periodística salpicada de emociones y sentimientos parsonales; lo que hae que sea una crónica exquisita y evocadora.Espero que tengaís suerte en encontrar el parné y podaís continuar la experiencia y el documental.P.D: menuda frase más sencilla y realista la del centro comercial y el descampado.

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  8. Luis

    Te he seguido durante este viaje (redirigido desde tu flickr) y ha sido inspirador y emocionante. Realmente hemos vivido un poquito de todo lo que vosotros habéis experimentado y lo que nos habéis narrado. Mucha suerte con el proyecto, y a volver pronto.

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