Filming in Albania: Persiguiendo la noticia

Hoy hemos revivido los viejos tiempos de reporteros persiguiendo una noticia al uso de la época pre-Internet, es decir, moviendo el culo. Nos enteramos del caso por la prensa nacional y sobre todo gracias a nuestros contactos albaneses, porque Alberto y yo, por mucho que avancemos en shqip, aún no estamos como para entender los periódicos. No me enrollo más, voy a explicarlo: es un nuevo crimen por Gjakmarria (deuda de sangre) que ha ocurrido hace dos días a 100 kilómetros de Tirana.

Casa de la víctima. / (C) Lola Hierro

Casa de la familia del presunto asesino. / (C) Lola Hierro

Un hombre de 80 años ha asesinado presuntamente de cuatro balazos a otro de 47, vecino suyo de toda la vida. ¿Motivo? Que hace 70 años (sí, sí, leéis bien), el padre de la víctima mató al padre del asesino. El abuelo por entonces era un crío de diez años, y se quedó con las ganas de vengarse durante todas estas décadas, pero nunca soltó prenda sobre el tema (dicen). El miércoles encontró la oportunidad y no se lo pensó dos veces.

En un bonico paraje albanés… / (C) Lola Hierro

Cuando nos enteramos de esto, todos nuestros amigos albaneses nos dijeron que es clarísimamente un caso típico de Gjakmarria, de los pocos que se ven tan puros, dado que en este país la excusa del Kanun la utiliza todo el mundo para tomarse la justicia por su mano, y muy pocos crímenes se cometen porque de verdad la familia sienta que tiene que restaurar su honor sino porque quieren cargarse a X personas por los motivos más variopintos y que suelen ir ligados a disputas en relación a actividades poco legales… El Kanun dice que si alguien toma la vida de un familiar, tú puedes hacer honor a la sangre vertida derramando sangre de una familia del asesino, pero por ejemplo las mujeres y los niños están protegidos, cosa que mucha gente no respeta.

Camión chino. Nos hemos encontrado de todo. / (C) Lola Hierro

Bueno, que me voy por las ramas. Con este percal pensamos si sería buena idea viajar a ese pueblo perdido a intentar encontrar más información. No encontramos ningún coche de alquiler para ayer, así que nos perdimos el entierro, algo que hubiera estado genial filmar. Pero hoy temprano sí que hemos podido ir para allá con el automóvil de un periodista que nos han presentado.

El viaje ha sido surrealista. No sólo nos hemos perdido sino que nuestro hábil conductor, el cual por cierto ha obviado mi presencia durante la primera parte del viaje, (recordad… soy mujer), ha decidido que como nos habíamos pasado de salida de la autovía lo mejor era dar la vuelta al coche y volver por el mismo camino. Así que sí: ya puedo decir que he ido en sentido contrario por una autovía.

Y no me hace gracia, de hecho me he indignado muchísimo por el hecho de que no se haya tenido ningún reparo en poner las vidas de Alberto y la mía en ese peligro. Y diréis: “haberte bajado”. Pues si hubiera parado el coche lo hubiera hecho, desde luego, pero tirarme en marcha a una velocidad de 40 kilómetros por hora al ardiente asfalto y –repito- en medio de la carretera- tampoco me parecía muy buena idea.

La verdad es que la situación era digna de una película de los hermanos Marx: cuatro tíos metidos en un citroen ZX de año catapún dando la vuelta en plena autovía, ahí en medio. Alberto llevándose las manos a la cabeza, yo cagándome en la madre del conductor, y él y Fatos partiéndose de risa como si fuera la cosa más divertida del mundo. Alberto, de copiloto, dando al botón de las luces de emergencia. El conductor quitándolas (total, ¿para qué…?. Y en esto que llegamos a la salida que teníamos que haber cogido, que no era una pista asfaltada sino un canal de recogida de aguas. Volvemos a dar la vuelta en plena curva y nos metemos por el mismo, pero el Citroen se queda muy inclinado y como hay poca gasolina, no llega al motor y el coche no anda. Perfecto. No sé ni cómo lo arrancó y consiguió sacarnos de ahí… Hicimos unos pocos metros por ese conducto y por fin el coche pisó tierra firme.

Esta es la infraestructura más avanzada por la que hemos circulado. / (C) Lola Hierro

En fin, que hemos salido con vida de tal lance y entonces ha venido la siguiente jarana: llegar a las casas de las dos familias enfrentadas. Y no estaban como quien dice, al pie de una carretera, sino en un lugar recóndito al que sólo hemos podido llegar atravesando kilómetros de pista de tierra y gravilla, con el coche dando tumbos y dejándose los bajos por el camino, rodeados de árboles, por en medio de  la montaña… De traca, vamos. No sé ni cómo estamos vivos.

A pesar de los pesares, hemos llegado enteros y nos hemos plantado en casa de la víctima, donde ha sido bastante tensa la cosa: estaba toooooda la familia, como unas 20 personas entre hombres y mujeres. Ellos, los típicos machorros de campo con semblante de pocos amigos; ellas, de negro, plañideras, calladas pero controlando todo al detalle. Y de protagonista, el patriarca.

Une punjo. Vamos, que yo trabajo.

Nos hemos sentado con ellos debajo de las parras y les hemos explicado nuestros propósitos con un resultado bastante penoso: nos cuentan lo que queramos pero sin grabar nada. ¿Por qué? Porque esta familia es ahora la que tiene que vengarse, seguramente querrán cargarse a alguien de la otra y no quieren decirlo a los cuatro vientos. Así que nada, con el gozo en un pozo nos hemos vuelto al coche.

Abertico entrevistando tomates. / (C) Lola Hierro

Y aquí ha venido lo bueno: cuando estábamos perdidos por los bancales buscando la pista correcta para llegar a la casa de la otra familia, ha aparecido otro vehículo con tres tíos. Eran del clan que acabábamos de dejar. Y nos han contado todo lo que pensaban sobre el suceso, la necesidad de ejecutar una venganza porque si no van a ser el hazmerreír del pueblo y no serán nunca más hombres de honor. Y me muero de ganas de decir lo que estaba haciendo yo mientras esos tíos contaban su rollo, ¡pero no puedo, no puedo, no puedo! El que sea más espabilado o me conozca un poco se lo imaginará. Pero vamos, con una 7D en las manos y la tarjeta aún vacía…

Muy majetes los primos del presunto asesino./ (C) Lola Hierro

Una familia muy católica, pero el Kanun va por delante. / (C) Lola Hierro

En fin, que tras este afortunado encuentro nos hemos ido a la otra casa a hablar con la familia del asesino. Resulta que, temiéndose lo peor, han huido de allí a matacaballo; seguramente se instalen lo más lejos posible de la zona, en Tirana, o en el sur, o incluso en Grecia. Sí que estaba un primo del asesino, un hombre mayor que vive allí con la esposa, en una casita con jardín y huerto estilo Hobbiton y que nos ha concedido una entrevista a cámara. Nos ha contado sus impresiones y nos han dado café turco y sandía. Eran un matrimonio encantador, la verdad.

La señoruca, despidiéndose. / (C) Lola Hierro

De aquí nos hemos vuelto a Tirana con la incertidumbre encima. ¿Seguimos esta historia o no? Yo quiero, y de hecho creo que mañana volvemos por allí para intentar filmar al abuelo asesino en el juzgado, ya que le toca declarar porque pasa a disposición judicial. La baza en contra que tenemos es que no sabemos dónde demonios estará la familia que ha huído y además que la otra, la del asesinado, no está por la labor de decir ni misa a la cámara. Amén de la escasez de capital y tiempo. Pero es un historión, verdad? Me encantaría poder seguirlo, si al final no metemos nada en el documental, igual escribo un reportajillo, que para eso no me hace falta vídeo.

Bueno, pues hasta aquí la aventura de hoy. A ver en qué estropicio nos metemos mañana.

Niños del barrio de Rabje. / (C) Lola Hierro

A Berti también le hemos entrevistado. / (C) Lola Hierro

PD: Los días de antes no hemos tenido mucha actividad con la cámara. Hicimos las fotos para la portada del documental pero hay que repetirlas, la luz no era todo lo buena que queríamos Conocí a los niños del barrio de Rabje y pasé un rato muy divertido haciéndoles fotos, y hemos realizado una entrevista muy interesante a la que dedicaré un post entero en las próximas fechas.  Os dejo alguna imagen de la jornada.

Rabje y Belena. / (C) Lola Hierro

 

Textos sobre el primer viaje a Albania:

  1. Filming in Albania: Un cumpleaños balcánico
  2. Filming in Albania: La difícil tarea de establecerse
  3. Filming in Albania: ¡Habemus bebé!
  4. Filming in Albania: ya estamos de entrevistas
  5. Filming in Albania: Muchas emociones
  6. Filming in Albania: Entrevista con un ¿asesino?
  7. Filming in Albania: Aprenda albanés en cuatro días
  8. Filming in Albania: Persiguiendo la noticia
  9. Filming in Albania: Live fast, die hard…
  10. Filming in Albania: Tengo un dèja vu
  11. Filming in Albania: Vuelta a casa. Faleminderit, Shqiperia

 Más relatos sobre el segundo viaje a Albania:

  1. ¿Volverá ‘Filming in Albania’?
  2. Filming in Albania: Del barco a la cama
  3. Se acabó lo que se daba
  4. San Valentín a la albanesa
  5. Albanian sagas: De mercadeo
  6. Las madres de Tirana

Textos sobre mi tercer viaje a Albania:

  1. He soñado a la muerte, y ha venido
  2. Albania, cuánto me dueles

BONUS: Las fotografías del viaje

 

5 respuestas a «Filming in Albania: Persiguiendo la noticia»

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