Crónicas tanzanas IX: El tiempo detenido

Se llama Bagamoyo y allí el tiempo se ha detenido. No parecía que nadie fuera muy consciente de que hay vida más allá de ese pueblecito costero. El tiempo pasaba despacio, ahora creo que todo iba a cámara lenta, como si lo hubiera soñado: entre los edificios en ruinas, en la lonja de pescado de la playa, en el mercado, en la orilla del mar… Bagamoyo está en Tanzania y se le considera turístico. Por suerte, no se lleva demasiada atención pues los safaris en el Serengeti y las playas de Zanzíbar acaparan todo el protagonismo de los viajeros occidentales. Quien decida visitarlo encontrará un rincón donde parece que uno se ha caído por casualidad y que sólo le esperan a medias, pues aunque hay algunos alojamientos y mucha artesanía que ofrecer, nadie parece inmutarse ante la presencia de forasteros. No hay ese afán de cazar al turista como sí ocurre en destinos más explotados. Bagamoyo vive a su ritmo y quien llegue tendrá que adaptarse a él.

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Lo puedes encontrar completo en mi primer libro: El tiempo detenido y otras historias de África, con la editorial Kailas.

A partir del 16 de mayo de 2018 estará a la venta en librerías tradicionales y online.

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