Crónicas tanzanas II: Los mil verdes de las montañas Pare

Mi nombre en lengua pare es Amkunda. Significa algo así como “la que más amas”. Me ha bautizado una mujer muy sabia y poderosa, Leah John Njema. Es vicepresidenta de la asociación de usuarios que gestiona los asuntos relacionados con el agua que consumen todos los habitantes de la cuenca del río Yongoma, que nace en la Reserva Forestal de Chome, en el noreste de Tanzania.

Leah vive en la aldea de Lugulu, ya casi en lo alto de las montañas Pare, y su casa tiene porche y flores en la entrada. Son rojas, exóticas; creo que no las he visto antes. Ella corta un ramillete y me las regala. Un cooperante de la ONG que me ha llevado hasta allí me llama maldita porque dice que me meto en el bolsillo a la gente. No es eso en realidad; no hay que meterse nada ni a nadie en ninguna parte porque todo fluye con naturalidad. Nos llevamos bien todos y hay sintonía.

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Lo puedes encontrar completo en mi primer libro: El tiempo detenido y otras historias de África, con la editorial Kailas.
A partir del 16 de mayo de 2018 estará a la venta en librerías tradicionales y online.

6 respuestas a «Crónicas tanzanas II: Los mil verdes de las montañas Pare»

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