Viernes Santo. Santander. ¿Estamos en 1950 o en 2012? No iba a una procesión de Pascua desde los once o doce años, es decir, casi dos décadas. No he encontrado nada diferente a cómo yo las recordaba. Tan solo me faltó algún paisano cantando saetas desde su balcón, tal y como lo hacían en el pueblo de mis abuelos paternos, en Toledo.
Pero lo demás sigue igual: tronos, cristos, vírgenes, platas, flores, nazarenos con sus capirotes -sobre todo morados y negros- penitencia, pies descalzos, señoras con mantilla, olor a incienso, curas solemnes, costaleros sufriendo, crucifijos, niños aburridos…