Apuntes desde Zanzíbar (V): La ciudad por todos ignorada

Yo no sé qué voy a contar de Stonetown a estas alturas; no sé qué voy a decir que no se haya dicho. Es el lugar más turístico de Zanzíbar —para algo es la capital—. Seguramente lo sea de Tanzania y a lo mejor también de toda África oriental. ¿Qué cuento yo a una persona que quiera visitar Stonetown? Le diría que la pasease, que se pierda, que lea los carteles de las paredes, que juegue con los niños y que conozca sabores, olores y personas. Entonces quizá encontrará una ciudad ignorada, diferente a la que describen las guías turísticas.

Que vacile a los comerciantes. Sí, sí, que los vacile igual que ellos lo hacen con los blancos. Que les siga la corriente, que regatee, que se interese por sus souvenirs. Que observe los cuadros, de artistas locales, dicen, aunque son todos idénticos: de animales o de africanos espigados, muy esquemáticos, o de cosas abstractas. El resto de objetos —llaveros, camisetas, libretas, bolsos, bisutería…— son prácticamente iguales en todas y cada una de las tiendas que hay a ambos lados de las veredas del centro histórico, pero los dueños son muy majos y siempre te quieren hacer descuento. Claro que el susodicho es ridículo, por eso hay que esforzarse y negociar. Y son duros, ojo, que están muy acostumbrados al turismo. Peores aún los masai. Simpáticos siempre, la mayoría son guardianes pero otros tanto venden artesanía —alguna propia, otra ajena—. Ellos provienen de las tierras fronterizas entre Kenia y Tanzania, así que seguramente echan de menos su tierra y sus cabras y detestan la humedad de la isla. ¿Quieres hacerte amigo de uno de ellos? Pregúntale cómo se llama su pueblo, cuándo volverá a él y si lo echa de menos. Seguro que te acaba contando su vida.

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7 respuestas a «Apuntes desde Zanzíbar (V): La ciudad por todos ignorada»

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